En la casualidad.

Como el hombre, todo lo que hace el hombre se ve lleno de miles de posibilidades, y a veces escoger esta o aquella nos parece de tal suerte que le nombramos como casualidad, este proyecto comenzó por una de esas probabilidades, una que teníamos muchos en nuestra vida , y que “alguien” decidió realizarla. Walter Calvo en su curiosidad por el teatro , localizó a Alberto Millán que en su respuesta le dijo, cuando esté en Lima nos encontramos . A través de él y de unos padres que quisieron construir sus casas como vecinos, conformamos un grupo de seres, que comenzaron su labor de formación y de actuar; esa magia de hacer arte en el teatro. Tratar de ejercer la creación en una mente que soporta ya una cultura que lo imposibilita y lo limita, se da ya como una tarea complicada para la formación, pues la costumbre, el prejuicio, la razón, ejercen fuerte traba para el encuentro de caminos que lleven a por lo menos un teatro limpio e inspirado en la novedad y felicidad, donde no entra lo subjetivo, ni relativo, sino la certeza de la creación.

Se comienza el ciclo de formación con las primeras nueve semanas de taller, inspiradas en el alivio de los sentidos por medio de la calma, la paciencia y afecto en la enseñanza y , buscando que cada uno se sienta integrado a un grupo de seres humanos, como una parte, sin complicaciones de importancia y poder frente a los otros. En la construcción de esta instancia de tranquilidad para el trabajo, se comenzaron a dar condiciones, algunas simplemente tomadas del contexto social del barrio, como la hora para trabajar 9:00 de la noche, hora propicia para ejercer sin compromisos la formación con condiciones, como la básica atención y disposición, que en algunas ocasiones no se daba, simplemente, por la costumbre de llegar a un lugar y seguir pensando de dónde se viene, o para dónde se va, sin atender en dónde se está y por qué se llegó a ese lugar . Bueno, las excusas son casi infinitas para la mente de un ser que simplemente por su relativa comodidad, no reconoce, simplemente aprovecha, y casi en ningún caso a su beneficio.

Al lograr estas condiciones básicas de trabajo, los actores del proyecto han ido lentamente entendiendo hacia dónde se dirige su formación. Comprenden que la confianza, el respeto, el compromiso, los lleva a nuevas posiciones en las que simplemente van a poder actuar, ya preparados en su cuerpo, intelecto y corazón.